Tarasio

Tarasio desarrolló una carrera en la administración seglar y pasó a ser secretario imperial (asekretis).

En este cargo, como mostró simpatías tanto por los iconódulos como por la obediencia a las órdenes imperiales, la emperatriz Irene le nombró patriarca en 784, aunque en aquel tiempo era seglar.

[nota 1]​ Para poder ser nombrado patriarca Tarasio fue ordenado apresuradamente sacerdote antes de su consagración como obispo.

[nota 2]​ En 787 participó en el Concilio de Nicea II, convocado para tratar la controversia iconoclasta.

Tarasio permitió este divorcio, lo que escandalizó a los monjes.