Tampax

El objetivo era evitar que la consumidora toque directamente el absorbente o sus propios genitales y, para desarrollarlo, Hass se inspiró en el uso de una esponja menstrual y pensó el producto originalmente para beneficio de su propia esposa, bailarina.

[2]​ En 1933 vendió la patente a Gertrude Tendrich, empresaria de Denver quien lo comercializó bajo el nombre de Tampax.

[3]​ Este modelo se vendía mayormente por correo y venía envuelto en un envase blanco discreto.

[2]​ En 2018 sacó a la venta su propia versión de copa menstrual.

[4]​ El estilo de comunicación de la marca se dirige en mayor medida a un público de niñas pubescentes experimentando sus primeras menstruaciones.