[2] Tenía un hermano que fue sacerdote presbítero, de quien se habría inspirado para escribir sobre las luchas independendistas.
Sus últimos años los pasó, además como agricultor en Pocuso, un pequeño poblado rural cerca de La Paz.
Se casó con Juana Rodrigo, y las fuentes no pueden certificar si realmente tuvo un hijo llamado Gabino.
[5] El diario nunca fue publicado —incluso para lograrlo dedicó una versión al presidente Manuel Isidoro Belzu—, a pesar de sus fructuosos intentos y permaneció olvidado hasta que una versión incompleta fue descubierta por Gunnar Mendoza, director del Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, en 1952; en aquella vez, por partes, en la universidad académica de la Universidad San Francisco Xavier.
Numerosas escuelas fueron nombradas en su honor, como así también la banda militar del ejército boliviano en La Paz.