Tamare

Para esa época, año 1956, Tamare fue una maravilla plantada entre centros poblacionales que entonces eran caseríos no bien dotados de servicios, tales como Lagunillas de tierra, Bachaquero, Tasajeras, Ciudad Ojeda, Las Morochas, Las Palmas y Cabimas.

Zapara, el gran señor, jamás quiso darla en matrimonio, pues la reservaba para deleitarse con su canto y sus sentidas poesías.

Ya lo tenía a tiro, ya iba a soltar la cuerda de su arco, cuando vio que el ciervo caía herido por la flecha de un invisible cazador, que resultó ser un joven muy apuesto.

Cuando la doncella concluyó, Tamare improvisó en respuesta los más tiernos poemas que pudiera concebir un alma enamorada.

Ajenos al castigo, seguían cantando e improvisando versos de apasionado amor.

Finalmente, el agua los cubrió llevándose a la superficie las ondas sonoras de su postrera canción.

Sin embargo Tamare se divide a su vez en sectores al ser una población en sí misma, y siempre es referida como algo separado de Ciudad Ojeda.

A Los Turpiales de Tamare, se agregaron Edgar Morrell, como furrero; Rubén Villanueva, maracas; Pastor Salazar, charrasquero, y los cantantes Oswaldo Álvarez Parra, dotado de una voz estentórea, y serenatero de inclinado gusto por las danzas zulianas; Luis Royett y Hernán Salazar, más conocido como “Nango”.

Manuel Bemúdez Tamare anidó a Los Turpiales http://contextos.blogia.com/2007/100801-tamare-anido-a-los-turpiales.php (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).