Los taifalos o taifales (taifalae) fueron un pueblo bárbaro que se asentó durante el Imperio romano tardío (siglo V) en el Poitou.
Se trataba de un pueblo nómada y belicoso, que combatía preferentemente con la caballería.
Una de las primeras menciones de los taifalos los ubica en el séquito del rey godo Cniva durante su campaña en Dacia y Mesia en los años 250 y siguientes.
A finales del siglo III se asentaron junto al Danubio, en ambas vertientes de los Cárpatos, compartiendo territorio con los godos.
Más tarde se instalaron en la Italia septentrional (Módena, Parma, Reggio Emilia, Emilia-Romaña) y Aquitania, aprovechando los pactos establecidos con el Imperio Romano de Occidente.