En la década de los años de 1940, el club se estabilizó y distinguidos ciudadanos pasaron por su directiva: el señor Clemente Molinas (primer presidente),[6] Raimundo Gamarra, Rafael Muriel, Daniel Páez, Germán Cardozo, Luciano Gómez, Felipe Caballero Álvarez, entre otros, apuntalaron al club que tuvo su primera cancha en la esquina de Siria y Ayala Velázquez, a cien metros del actual estadio Toribio Vargas.
El señor Toribio, empresario del rubro “empedrados”, donó el predio y condicionó que lleve su nombre.
Incesantes cambios por entonces, hasta la “i” latina del Tacuari original, fue desplazada por una “y” griega creando un desacomodo fonético al que no terminamos de acostumbrarnos.
En 1994 se vinculó al club Francisco Ocampo, que bajo una reformulación le dio a Tacuary una concepción institucional actualizada, moderna y empresarial.
En el 2002 se consagró campeón de la División Intermedia,[7] y desde el 2003, por primera vez en su historia, compite con gran protagonismo en la categoría profesional.
Finalmente en el año 2014 se concretó el fin del gerenciamiento de Francisco Ocampo, dejando al club en un estado precario tras su alejamiento.
Este logro se pudo llevar a cabo gracias al aporte de dirigentes como Jorge Viveros y Alejandro Schneider.
Quedó ubicado en el 6.° lugar del acumulativo anual de la temporada 2022, que le permitió disputar la Copa Sudamericana 2023.
Es tu nombre tradición por siempre en la historia no puede olvidar y al rendirte mi humilde homenaje por tu gloria quisiera cantar y si el blanco color de victoria nos sonrie a la tarde al pasar o si el negro color de derrota la tristeza nos da febrentar levantemos bien alto el emblema.
Bruno “Tucú” Ramírez es una figura emblemática que nació futbolísticamente en el club, con participación en la Selección Absoluta.
[14] Anteriormente oficiaba de local en el estadio denominado Roberto Bettega en honor al jugador italiano del mismo nombre.
En este escenario de capacidad para 7000 personas, se desempeña como local el Club Tacuary desde que ascendió a Primera División en el año 2002.
Por esta razón, años atrás, tenía en ese mismo sitio su antiguo estadio llamado Toribio Vargas donde oficiaba como anfitrión.