Ta'aroa

[1]​ En el principio solo existía Ta'aroa, creador de sí mismo, en su cascarón con forma de huevo que giraba en el vacío infinito del tiempo anterior al cielo, a la Tierra, a la Luna, al Sol y a las estrellas.

Con su columna vertebral creó las montañas; con sus lágrimas llenó los océanos, los lagos, los ríos; con sus uñas de las manos y de los pies hizo las escamas que cubren a los peces y a las tortugas; con sus plumas creó los árboles y los arbustos; con su sangre coloreó el arco iris.

Ta'aroa llamó entonces a los artistas, que acudieron con sus cestas llenas de To'i, para que esculpieran a Tane, el primer dios.

Después vinieron Ru, Hina, Maui y cientos de otros.

Al compartir el espacio con criaturas y plantas de todo tipo, no pasó mucho tiempo antes de que el hombre se sintiera atrapado en su espacio y decidió expandir su dominio abriendo un agujero en el nivel superior al suyo.

Dibujo de una representación de Ta'aroa, tallada en una pieza sólida de madera blanca de 1,20 metros, adorada en un templo de Rurutu .