El Té coreano es una variedad de tisana que puede servirse caliente o frío.
No es un simple té, puede contener diversos tipos de ingredientes como frutas, hojas, raíces y especias que se usan en la medicina tradicional coreana.
La costumbre de beber té habría sido introducida en Corea por los monjes budistas durante la dinastía Shilla,[1] probablemente en tiempos de la Reina Seondeok, entre el 632 y 646.
Documentos pertenecientes a la Dinastía Goryeo (918-1392) señalan que las ofrendas de té se llevaban a cabo en templos budistas para los espíritus de monjes venerados.
[3] Durante la dinastía Chosŏn (1392-1910), la familia real Yi y miembros de la aristocracia utilizaban té para realizar rituales, el día del “Ritual del Té” era una ceremonia que se realizaba cualquier día, mientras que el “Ritual Especial del Té” se reservaba para ocasiones específicas.