Las sustancias peligrosas son elementos químicos y compuestos que presentan algún riesgo para la salud, para la seguridad o el medio ambiente.
Algunos de estas sustancias tan peligrosas como las llamadas PBDE o polibromodifeniléteres, usados como retardantes para el fuego, en pijamas o televisores, el DDT sustancia acumulable en el cuerpo humano y propuesto.
2 – Propiedades químicas (con relación a la salud, la combustibilidad y la reactividad).
Clasificación por clases hay 9 tipos de sustancias o materiales peligrosos: Explosivos.
La primera división es según el riesgo de explosión masiva, es decir, instantáneamente explota toda la carga, como por ejemplo dinamita y TNT.
Por ejemplo Dióxido de Carbono, Argón Criogénico, Amoníaco, Anhidro.
Clase 4: Sólidos inflamables El primer tipo es el material sólido, no explosivo, susceptible de causar fuego mediante fricción o el calor retenido de los procesos de fabricación, o fácilmente inflamable al contacto con el aire o agua.
La primera división son los sólidos que se encienden y se queman con facilidad, arden incesantemente dificultándose la extinción; pueden ser explosivos humedecidos, materiales autoreactivos y sólidos de fácil combustibilidad.
Le siguen los materiales de combustión espontánea (pirofosfóricos) y autocalentamiento; entran en ignición al contacto con aire.
Además hay materiales que entran espontáneamente en inflamación y pueden liberar gases inflamables o tóxicos al entrar en contacto con aire húmedo o con agua.
Otra clase son los materiales oxidantes y peróxidos orgánicos.
Estos materiales producen oxígeno estimulando así la combustión de materias orgánicas e inorgánicas.
Las vías de ingreso al organismo pueden ser cutánea, por ingestión o por inhalación.
Entre estos últimos, se hallan aquellos agentes que poseen el potencial de causar enfermedades en seres humanos, como los gérmenes y toxinas.
Clase 8: Materiales corrosivos Son materiales que al entrar en contacto con la piel provocan daños, también provocan la corrosión o debilitamiento del acero y aluminio y los vapores que despiden pueden resultar venenosos e irritantes.