Se le atribuye la autoría de la frase «Ni una menos»,[2] y «Ni una muerta más»,[3] que ha sido enarbolada por las organizaciones civiles de toda Latinoamérica para la lucha contra el femicidio.
[6] Participó en varios festivales literarios en Ciudad Juárez y otros foros culturales en México.
Sin embargo él sostiene, junto a otras personas, que se está viviendo una etapa de anarquía criminal en la que el lumpen se ha adueñado de los espacios.
Según su confesión, empezaron una fuerte discusión cuando dijeron que eran miembros de Los Aztecas y Susana les amenazó con denunciarlos a la policía, y finalmente la asesinaron.
[18] Los adolescentes la asfixiaron con una bolsa de basura[5] y le amputaron una mano con un serrucho, para luego arrojar su cadáver a la calle.
Su objetivo era confundir a las autoridades y aparentar un homicidio de la delincuencia organizada.