Chaplin representa al mandadero que trabaja sin descanso en una hostería en el campo.
Su objeto de interés amoroso es la joven del pueblo representada por Edna Purviance.
Charlie comienza a imitar las maneras del dctor pensando ganar puntos en tanto que el forastero se ufana perturbando a la joven, pero fracasa estrepitosamente y solamente gana la risa de los pueblerinos y el desdén de su amada.
Cuando está a punto de arrojarse bajo un automóvil el joven, ya recuperado, parte del pueblo dejándole una buena propina y el corazón de la joven.
La película fue producida en una época en que según todos los datos la creatividad de Chaplin estaba en baja.