Sunna (obispo arriano)

Tras la conversión del rey Recaredo al catolicismo en 587, Sunna y los nobles godos Segga y Vagrila, probablemente condes, proyectaron asesinar al obispo local católico, Masona, y al dux de Lusitania Claudio y alzar a toda la provincia, seguramente proclamando rey a Segga.

No sabemos el desarrollo de la conspiración, pero parece ser que contó con el apoyo de algunos nobles godos cripto-arrianos que querían restaurar el arrianismo, además de hispanos que por diferentes motivos preferían a Segga como rey.

Vagrila se refugió en la Basílica de Santa Eulalia, y el rey ordenó confiscar sus propiedades y entregarlas a dicha iglesia, pero el obispo Masona le perdonó y se las devolvió.

A Sunna se le ofreció otro obispado si se convertía al catolicismo, el obispado arriano de Mérida debió quedar suprimido y el católico ya estaba cubierto; en todo caso el obispado ofrecido no sería metropolitano.

Sunna se negó y fue desterrado, marchando a Mauritania, donde propagó el arrianismo hasta su muerte violenta, cuya fecha se desconoce, aunque se supone que acaeció alrededor de 600.