Tidore entabló una alianza con los portugueses en el siglo XVI que poseía numerosas fortificaciones en la isla, aunque está quedó rota en 1578.
Aunque existió bastante desconfianza mutua entre los españoles y los tidorenses, la presencia de tropas españolas en Tidore resultó útil para resistir las incursiones neerlandesas desde Ternate, ya que los neerlandeses poseían una fortificación en la isla.
Tidore se mantuvo como reino independiente, a pesar de la frecuente injerencia neerlandesas en sus asuntos internos, hasta finales del siglo XVIII.
Después al igual que Ternante, Tidore permitió la erradicación de las especias (extirpatie) de su territorio, para que los neerlandeses llevaran a cabo dicho comercio exclusivamente produciendo especias en sus territorios.
Este programa, fue diseñado para fortalecer el monopolio neerlandés en el comercio de especias, limitando la producción a unos pocos emplazamientos controlados por ellos: eso acabó por empobrecer a Tidore, debilitando notablemente el dominio que ejercía sobre sus vecinos.