Es la única poetisa romana de quien se han conservado textos hasta nuestros días.El Corpus Tibullianum, contiene también otros cuatro poemas (8-12), de autor desconocido, que tienen a Sulpicia como tema y personaje principal.Ceri Davies se refiere a este tercer libro como el de “minor littérateurs” que escribieron “unambitious poems”.Durante mucho tiempo, los estudiosos académicos consideraron a Sulpicia como una autora aficionada, sin mayor relevancia excepto por razones de género.Sin embargo, algunos eruditos[4][5] objetan que las elegías atribuidas a Sulpicia fueran efectivamente obra de una mujer, sosteniendo en especial que los poemas son demasiado atrevidos para haber sido escritos por una dama romana.