Se presenta como un polvo gris oscuro o negro, de aspecto pulverulento.
[2] Su presencia en la naturaleza es mucho menos frecuente que el sulfuro de hierro(II) natural o pirita.
Pero es inestable al aire y se descompone lentamente[3] a 20 °C originando un precipitado de azufre.
Por combustión y por descomposición térmica origina igualmente óxidos de azufre.
[5] El azufre depositado podía quemarse a SO2 para obtener ácido sulfúrico, o bien extraído con disolvente y recristalizarlo en condiciones alcalinas.