Su hija Vanessa (Jackie Appiah) sigue rechazando a Ebiye (Daniel Braid) porque no quiere cometer los errores maritales de su madre.
Cuando la salud de Ibiso empieza a presentar molestias que la medicina herbal no puede sanar, su hija la lleva con un doctor.
En la clínica, se le revela que su madre está infectada con el virus del SIDA.
A medida que la noticia de la presencia del VIH en la familia de Ibiso se difunde por el pueblo, también aumenta la discriminación contra Vanessa y sus dos hermanos.
Ebiye rompe lazos con Vanessa, que incapaz de soportar la estigmatización, intenta suicidarse.