Tras tocar durante varios meses en su ciudad natal, la banda comenzó a expandir sus actuaciones.
Su primer álbum, homónimo, fue autoeditado a finales de 1977, incluyendo algunos invitados, como Dave Samuels y Rubens Bassini, que acabaron colaborando asiduamente con el grupo.
Este disco, atrajo la atención del sello discográfico local, Amherst Records, que lo reeditó con una nueva portada.
La siguiente grabación, Morning Dance, producida por Amherst, se grabó parcialmente en Nueva York, y contó con invitados de renombre, como John Tropea, Will Lee, Steve Jordan, Michael Brecker, Randy Brecker y Suzanne Ciani.
Los discos, por su parte, contaban con un gran número de músicos invitados, como Marcus Miller, Steve Gadd, Tom Scott, Richard Tee o Toots Thielemans.