Socorritos

Por encima llevan una capa de azúcar glaseado que les proporciona una apariencia muy atractiva.

Pasado unos años, decide abandonar el convento y volver a su antigua vida en Cervera.

Es en este momento cuando surge la idea entre la familia de crear una pequeña fábrica dedicada a la venta del dulce.

A pesar de que en un principio la idea fue denominar este dulce como "Raquelitos", finalmente fueron las monjas de San Andrés del Arroyo las que optaron por ese nombre en honor a la Hermana Raquel.

No obstante, su alto contenido graso puede facilitar el enranciamiento del producto una vez pasado este tiempo.

Los Socorritos es un producto que goza de una alta aceptación y reconocimiento.

Las principales fortalezas de este producto son su calidad y nombre reconocido.

La red comercial es difícil, puesto que la empresa es pequeña para tener un comercial propio y los distribuidores externos no quieren dar a conocer este producto en nuevos mercados, por cuestión de pérdida de tiempo.

Se consumen todo el año, sin embargo, su demanda aumenta en el pueblo durante los meses de verano, debido al turismo.