En 1998 se fusionó con otra empresa del sector, dando lugar a la nueva Azucarera Ebro Agrícolas.
[2] No obstante, a pesar de su posición hegemónica y del proteccionismo estatal que disfrutaba, el trust de la Sociedad General Azucarera terminaría fracasando.
Tras una etapa en que consiguió dominar el mercado azucarero español, entre 1903 y 1908, la empresa acabaría entrando en una situación de grave crisis hacia 1912-1914.
Desde la Sociedad General Azucarera también se buscó una reordenación del sector que permitiera una competencia pacífica con otras empresas, lo que daría lugar a la constitución de un oligopolio formado por la Azucarera, la Compañía de Industrias Agrícolas y la Azucarera del Ebro.
[6] Esta situación se mantuvo sin grandes cambios durante las siguientes décadas.