Sonrisas de una noche de verano

Ahí sorprende a su hijo mayor Henrik (Björn Bjelfvenstam), estudiante de teología, con la criada Petra (Harriet Andersson).

Busca el consejo de su antigua amante y la acompaña a casa.

Vestido con una bata prestada, le llega el turno a Fredrik de verse sorprendido.

Desirée visita el viejo palacio de su madre y le cuenta que ha roto con el conde Malcolm.

Pide a su madre que organice una cena con los señores Egerman, los condes y el señorito Henrik como invitados.

El cochero Frid enseña a la criada Petra un pulsador en el dormitorio de Henrik.

Henrik intenta ahorcarse pero cae contra el pulsador que Frid le ha enseñado a Petra.