Veamos lo que podía leerse en la página 202 de Scouting for Boys, en su versión original:
El hecho de que Baden Powell haya mencionado el Esperanto en Scouting for Boys es bien interesante.
Después del primer Campamento Scout en 1907, comenzaron a aparecer por todo el mundo grupos locales de Scouts.
El mismo año se fundó la Liga de Scouts Esperantistas, que fue la primera organización Scout internacional.
A partir de 1929 cabe señalar el compromiso importante del representante húngaro Pál Balkçanyi.
En 1933, The catholic Scout comenzó a imprimir artículos en Esperanto, y el mismo año la administración Scout irlandesa anunció que el Esperanto se reconocía como una de las lenguas por las cuales se podía recibir la insignia de intérprete.
Por primera vez el Esperanto fue adoptado como tercera lengua, y apareció oficialmente en el Programa del Jamboree, en libros de bolsillo, en los periódicos Scouts cotidianos y en algunos mapas donde se indicaban los lugares de reunión para los Scouts esperantistas.
En algunas delegaciones nacionales (Checoslovaquia, Francia, Noruega, Japón, Portugal, España y Trinidad) el porcentaje de esperantistas superaba el 10%.
La Oficina Mundial del Escultismo buscaba justificar su posición diciendo que el Esperanto “no tenía gran valor”.
Esta decisión no fue anulada sino en 1964, cuando el Comité Internacional Scout declaró en su reunión en Luxemburgo: “El Esperanto ha demostrado con éxito su utilidad en muchos ambientes y situaciones, y algunas Asociaciones Nacionales han autorizado ya la obtención de la insignia de intérprete por su conocimiento”.
Fue finalmente en tierra angloparlante, con ocasión del Jamboree que tuvo lugar en Gran Bretaña en 1968, donde el Esperanto fue acogido como lengua válida, sin ningún problema.