Durante el sitio fuerzas españolas se trasladaron hasta Ceuta para reforzar su situación.
[6] El sultán Al Yazid propuso suspender las hostilidades para negociar con el gobierno español en Madrid.
Durante las negociaciones, los dos países aprovecharon para pertrechar las tropas y aumentar los efectivos.
[7] Las tropas marroquíes fueron retirándose los siguientes días y ya no se bombardeó la ciudad.
Las escaramuzas en torno a las zonas utilizadas por los sitiadores se mantendrían hasta la firma del tratado de paz.