En cierta forma, el sistema de zonas desempeña el mismo papel que la gestión del color para los fotógrafos digitales.
Es interesante señalar que en los inicios de la fotografía los papeles ofrecían escalas mayores[cita requerida].
Esto significa que los fotógrafos deben salvar esta limitación a través de un método que permita aproximar al máximo posible la copia final a la realidad capturada vista con nuestros ojos.
Imagine todos los valores tonales que pueden verse o que pueden aparecer en una Copia fotográfica representados en una gradación continua desde el negro hasta el blanco: Desde aquí, se forman las Zonas: Dividiendo el espectro en once secciones iguales: Tomando para cada sección el tono medio: Numerando cada sección en cifras romanas desde 0 para el negro hasta X para el blanco: En términos de la textura y el detalle que podemos ver en la realidad, encontramos tres tipos de zonas: La escala de zonas según textura se ha representado tradicionalmente de la siguiente manera: Las Zonas representan cantidades de luz que se duplican en cada paso hacia el IX y se dividen hacia el 0.
Para el propósito del sistema de zonas es todo lo mismo y podremos combinar estos conceptos técnicos de la cámara para “colocar” nuestro sujeto en la zona deseada como veremos a continuación.
Por esta razón, los fotómetros están diseñados para situar el valor tonal medido en la Zona V.
Ansel Adams usaba generalmente virador de selenio para tratar sus copias.
En realidad, el sistema de zonas es conceptualmente muy simple y, debido a ciertas limitaciones inherentes al material fotográfico, tanto tradicional como digital, cualquier fotógrafo que consiga una calidad consistente en sus trabajos está usando, aún sin saberlo, alguna variación del sistema de zonas.