Este tipo de sistemas se utilizan por ejemplo para simular el comportamiento del humo, del fuego o de una explosión.
[1] Entre ellos cabe destacar: Las partículas son inicialmente sólo elementos lógicos (a la derecha de la imagen), a las que se debe otorgar propiedades gráficas para que sean visibles.
Por ejemplo, cada partícula se puede sustituir por un objeto geométrico, gracias a lo cual es posible mostrar enjambres o campos de asteroides (en el centro de la imagen).
Con la adición del material correspondiente se pueden utilizar sistemas de partículas para mostrar humo, niebla o fuego (a la izquierda).
Sistemas de partículas más avanzados pueden reaccionar a otros objetos, que les puede atraer o repeler, o incluso contra los que pueden rebotar (tipos de comportamientos físicos o basados en acontecimientos).