En la practica, el SoC se sitúa en umbrales entre 100% y minimos (20% por ejemplo) para proteger a las batería.
A continuación, se describen los enfoques más comunes: Un monitoreo preciso del SoC es fundamental para optimizar el uso de la energía almacenada, asegurando la mayor autonomía posible en vehículos eléctricos y sistemas de almacenamiento.
También resulta clave para prevenir tanto la sobrecarga como la descarga profunda, condiciones que podrían dañar la batería, reducir su capacidad y acortar su vida útil.
Por un lado, la degradación natural de las baterías con el tiempo afecta su capacidad y complica los cálculos relacionados.
Además, en sistemas donde las baterías están conectadas en paralelo o en serie, las distribuciones desiguales de carga pueden dificultar un monitoreo eficiente y preciso.