Los sistemas ópticos pueden clasificarse en: Los haces de rayos que atraviesan un sistema pueden estar limitados por la propia montura de la lente o por placas con orificios generalmente circulares que se interponen en su camino.
Al diafragma que limita el haz que, procedente de un punto del eje óptico, penetra en el sistema, se le denomina diafragma de apertura.
Una medida del tamaño de los haces se obtiene mediante dos magnitudes: Cuando el diafragma de apertura presenta un orificio muy pequeño, los rayos que lo atraviesan penetran en el sistema con una pequeña inclinación.
En este caso la imagen obtenida es lo más parecido que podemos exigir en óptica a una representación perfecta.
En un primer paso se procede a sustituir el sistema buscado por una lente delgada de potencia equivalente.