Sireno de Sirmio

San Sireno de Sirmio (también conocido como Sereno, Sinerio) (Saint Cerneuf en francés) fue un mártir del siglo IV.

Según la tradición, nació en Grecia, y emigró a Sirmio (hoy Sremska Mitrovica), para dedicarse al oficio de jardinero.

Amonestó a la mujer de un guarda imperial por caminar por su jardín y, por ello, fue llevado ante la presencia del emperador Maximiano.

[1]​ Aunque la historia puede ser ficiticia, Paul Burns escribe que “hay muchas posibilidades que haya una base histórica en ella.”[2]​ Una parte de las reliquias de San Sireno se habrían llevado presuntamente a Billom en la Auvergne, en Francia.

Sireno se convertiría en Saint Cerneuf en Francia, y hay una iglesia dedicada a él en Billom.