Gobernó también en Babilonia, pero ya al final de su reinado tuvo que emprender una serie de campañas en los territorios que rodeaban a Babilonia por el nordeste.
En esta zona se estaban formando focos de resistencia, que representaban una amenaza para Elam.
[1] La primera campaña se realizó en la frontera entre Nuzi y Asiria, por lo que las operaciones debieron llevarse a cabo hacia los territorios del Zab inferior.
Más tarde, las operaciones se desarrollan en la misma frontera entre Babilonia y Asiria, con resultado variable, pues varias localidades cambian de manos varias veces.
En otra incursión, el rey elamita ataca la zona situada entre el río Tigris y los montes Zagros, esperando asegurar el control de las rutas naturales este-oeste, que descienden el curso superior de río Diyala, hasta la llanura babilónica.