Sigamos la flota

Sigamos la flota es una comedia musical de Hollywood protagonizada por Fred Astaire, Ginger Rogers, Randolph Scott, Harriet Nelson (quien aparece con su verdadero apellido, Hilliard), Betty Grable y Lucille Ball, que realiza una pequeña intervención.

Baker (Fred Astaire), al que llaman "Bake" en la película, y Sherry (Ginger Rogers) son una antigua pareja de baile ahora separada, ya que Bake se encuentra en la marina y Sherry trabaja como bailarina en una sala de baile de San Francisco.

Cuando Connie empieza a plantearse la idea del matrimonio, Bilge rápidamente se olvida de ella y dirige su atención hacia una amiga de Sherry, una divorciada llamada Iris (Astrid Allwyn) a la que le gusta vivir la vida y divertirse.

La feliz coincidencia entre los dos revolucionaría el panorama del cine musical de los años treinta.

La alegre divorciada ya fue un producto hecho a su medida, y después vendrían títulos como Roberta, Sombrero de copa y Sigamos la flota, que consolidarían una colaboración que haría historia.