Se dice que las características de un fenómeno que parecen preceder a cualquier percepción de él están "siempre ya" presentes.
"Siempre ya" literalmente traduce la frase alemana immer schon que aparece de forma destacada en varias obras filosóficas del siglo XX, en particular en Ser y Tiempo de Martin Heidegger.
La frase no es específica de la filosofía en alemán, pero se refiere a una acción o condición que ha continuado sin ningún comienzo identificable.
Heidegger usó la frase rutinariamente para indicar que Dasein, la experiencia humana de la existencia, no tiene un comienzo aparte del mundo en el que existe uno, sino que se produce en él y por él.
[2] A finales del siglo XX el término se extendió a varias áreas del discurso filosófico que incluyen la teoría literaria, la hermenéutica y la deconstrucción.