El shola y la pradera forman juntos el denominado complejo shola-pradera o mosaico.
[1] El complejo shola-pradera ha sido descrito como una vegetación climática donde se encuentran restringidas la regeneración del bosque y la expansión por condiciones climáticas tales como escarcha o características del suelo, mientras que otros han sugerido un origen antropogénico asociado con actividades de quema y tala de bosque por parte de pastores y agricultores nómadas.
Esta estabilidad sería mantenida por condiciones climáticas tales como la escarcha, que permite al pasto crecer pero mata a los plantines de especies del bosque.
[3] Más adelante se conjeturó que la pradera pudo haber sido creada y mantenida por pastores, con hincapié que el fuego habría jugado un rol principal en ese mantenimiento.
Entre los animales que habitan el mosaico shola-pradera son característicos el tigre, el leopardo, el elefante y el gaur.
Los bosques shola cuentan con una zona de mayor altitud dominada por árboles pequeños, generalmente Pygeum gardneri, Schefflera racemosa, Linociera ramiflora, Syzygium spp., Rhododendron nilgiricum, Mahonia nepalensis, Elaeocarpus recurvatus, Ilex denticulata, Michelia nilagirica, Actinodaphne bourdellonii y Litsea wightiana.