Aunque tanto hombres como mujeres hacen alguna compra en sex shops, estadísticas actualizadas indican que la mujer es la principal consumidora.Con el paso de las décadas, han ido cambiando y evolucionando tanto los productos que ofrecen las tiendas eróticas como la propia presentación de los mismos y del establecimiento en sí.Si bien antaño estos artefactos emulaban determinadas partes del cuerpo humano, en la actualidad las formas no son tan explícitas y se da paso a una nueva variedad de sensaciones que los juguetes convencionales no permitían.[9] Algunos sex shops ofrecen espectáculos eróticos, como proyecciones de cine porno, sesiones de estriptis en vivo y Peep Shows, que son actuaciones diseñadas para la gente que disfruta del voyerismo.[11][12][13] En países como España, se reporta que han aumentado significativamente la cantidad de tiendas en línea.