Tras su retirada del fútbol se dedicó a la pelota vasca jugando en las modalidades de pala y cesta punta.
Sus primeros pasos los dio como futbolista profesional en su ciudad natal, donde logró el hito de ser el primer futbolista de Osasuna en ser internacional absoluto.
Tras colgar las botas continuo ligado al fútbol, llegando a ser jugador-entrenador del Real Murcia en la temporada 1942-43.
También fue entrenador del CA Osasuna durante la temporada 1944-45.
Tras su retirada del fútbol pudo dedicarse a su otra gran afición como era jugar a pelota vasca, destacando en las modalidades de cesta punta y pala.