El término seta[1] en biología y anatomía se utiliza para describir cualquiera de las diferentes estructuras con forma de cerdas o pelos en los organismos vivos.
En las patas de varios vertebrados e invertebrados son unas estructuras que les permite a estos caminar sobre sustratos verticales e incluso "patas arriba", a veces sobre superficies tan lisas como el vidrio transparente de una ventana.
Es evidente que esta adaptación tan útil para animales pequeños que necesitan trepar árboles, esconderse bajo las hojas o buscar refugio o alimento por entre las rocas, evolucionó independientemente más de una vez.
En cualquier caso es necesario lograr la mayor superficie de contacto.
Para ello los animales que poseen esta adaptación han desarrollado patas con una alta densidad de setas (gecos, hormigas, abejas, cucarachas y saltamontes) o cubiertas de un epitelio muy suave y flexible (moscas, escarabajos y algunos redúvidos) que penetra las ranuras microscópicas de la superficie por donde caminan.