Alstom diseñó y fabricó la mayor parte de los trenes, mientras que su socio italiano, Ansaldobreda, se encargó de los bogies y convertidores.
Cada coche está diseñado con cuatro puertas por lado, facilitando el flujo de pasajeros, y con pasillos interconectados que fomentan una circulación continua.
El interior de las unidades está equipado con aire acondicionado, sistemas de información al pasajero y un diseño acústico mejorado para minimizar el ruido y las vibraciones.
Las especificaciones técnicas de la serie 9000 incluyen una velocidad máxima de 80 km/h, con una aceleración y deceleración que permiten una conducción eficiente y segura.
Desde su inicio de operación, la serie 9000 ha ido integrándose en diversas líneas del metro.