Llegó a ser profesor y rector del seminario de Chilapa, su alma mater, y también director del Colegio del Sagrado Corazón.
Fue párroco en Iguala, Cacalotenango, Ayutla y Chilpancingo.
En la ceremonia, como co-consagrantes estuvieron el obispo de Papantla, Nicolás Corona y Corona, y el obispo auxiliar en la Ciudad de México, Maximino Ruiz y Flores.
Armora fue uno de los muchos clérigos mexicanos que sufrieron el período de la Guerra Cristera, sin poder presidir con plena libertad la diócesis que se le había encomendado; pero al final de la etapa de la persecución religiosa, ayudó mucho al desarrollo de la actividad diocesana.
El 19 de marzo de 1946 funda el Seminario Conciliar de Tampico, y entre muchas otras obras también destacan el Dormitorio del Niño Pobre, el Asilo de los Ángeles, el Club Amanecer y asociaciones juveniles en la ciudad de Tampico.