El calor derrite la cera, la cual se absorbe en la pulpa del papel y libera a la laminilla metálica de la tapa.
El film polímero también se calienta y fluye hacia el reborde de la abertura del contenedor.
Al enfriarse, el polímero forma una unión con el contenedor y establece así un sello hermético.
Este proceso, que ocurre en un lapso de unos pocos segundos, no afecta al recipiente, ni a su contenido.
Algunas empresas de transporte requieren que los productos químicos líquidos se sellen antes del envío para evitar que los productos químicos peligrosos se derramen sobre otros envíos.