Ese año se fusionó con el seleccionado de Alemania Occidental para formar el actual.
Tres meses después, consiguieron en casa un empate contra Rumania (5–5): tuvo lugar en la Ciudad de Brandeburgo con más de 3.000 espectadores y es considerado el mejor rendimiento histórico.
Jamás disputó una Copa del Mundo debido a que la única que se celebró, mientras Alemania Oriental existía, fue Nueva Zelanda 1987 y a esta la International Rugby Board, hoy World Rugby, invitó a las naciones con mejor nivel.
En 1990 el equipo jugó sus últimos dos partidos antes de unificarse, en junio frente a Hungría por previo compromiso, fue la última victoria también (3–7) y finalmente contra Luxemburgo el 15 de septiembre.
Nunca enfrentó a ningún rival que no fuera europeo, a ninguno que participa del actual Torneo de las Seis Naciones y casi en su totalidad jugó contra países del bloque del Este (las excepciones fueron los Países Bajos, Dinamarca, Suecia, Yugoslavia y Luxemburgo), siendo sus partidos más importantes ante Rumania y la Unión Soviética, sin poder vencerlos.