El seguro de título inmobiliario, también llamado simplemente "seguro de título" es una invención estadounidense, cuyo uso es generalizado en aquel país, habiendo cobrado especial importancia durante el siglo pasado.
[2] En México y Chile, así como en otros países hispanoamericanos, operan varias compañías que ofrecen estos seguros, efectuan la cobertura correspondiente, y apoyan al asegurado durante todo el proceso de la operación inmobiliaria hasta el cierre de la misma.
En Chile la supervisión se realiza por la Superintendencia de Valores y Seguros.
La compañía asegurador se obliga a sanear el defecto, solucionar el problema en otra manera, por ejemplo negociando con terceros, o pagar una indemnización, para proteger al asegurado.
En México se incluyen riesgos derivados de propiedad ejidal y comunal, desconocidos en los Estados Unidos.