Las pérdidas indirectas, como las que resultan de la interrupción del negocio, en principio están excluidas pero pueden estar cubiertas por un contrato de seguro adicional.[1] Ciertos tipos de bienes, tales como registros contables, dinero, escrituras y valores, con frecuencia se excluyen de la cobertura del seguro contra incendios o se declaran no asegurables.Las pérdidas por causas tales como guerra, invasión, insurrección, revolución, robo y abandono por parte del asegurado habitualmente también se excluyen.La cobertura se suspende si el asegurado realiza alguna acción que incrementa el riesgo de incendio o si la propiedad no está habitada más allá de un período específico.La póliza puede especificar además que el asegurador puede reemplazar o reconstruir la propiedad dañada en lugar de hacer una liquidación en efectivo.