Esta técnica permite reducir la fragmentación interna de la memoria provocada por la paginación, ya que asigna a cada programa la cantidad de memoria que requiere.
De igual forma que en la paginación, se pueden compartir segmentos entre varios procesos.
Incluso, dado que el acceso de ejecución está limitado a solo los segmentos cargados del disco por el sistema operativo, el atacante no podrá introducir código ejecutable tan fácilmente — Tendría que cargarlo como un segmento adicional con los permisos correspondientes.
Estas páginas pueden ser enviadas al espacio de intercambio (swap) ya sea a solicitud del proceso o por iniciativa del sistema operativo.
Por otro lado, si la biblioteca en cuestión reside en disco (antes de ser cargada) como una imagen directa de su representación en memoria, al sistema operativo le bastará identificar el archivo en cuestión al cargar el proceso; no hace falta siquiera cargarlo en la memoria principal y guardarlo al área de intercambio, puede quedar referido directamente al espacio en disco en que reside el archivo.