Secuestro de Shin Sang-ok y Choi Eun-hee

[2]​ Shin, tras pasar tres años recluido en una prisión, se reunió con Choi, y ambos fueron llevados ante Kim Jong-il para que hicieran cine propagandístico con el objetivo de obtener mayor reconocimiento global hacia la industria cinematográfica de Corea del Norte.[2]​ Finalmente, ambos conseguirían escapar en 1986 tras pedir asilo político en la embajada estadounidense de Viena, Austria.Bradley K. Martin, autor de Under the Loving Care of the Fatherly Leader: North Korea and the Kim Dynasty ("Bajo el cuidado amoroso del líder paternal: Corea del Norte y la dinastía Kim") explicó esta declaración mientras escuchaba una cinta de audio grabada en la que el futuro dictador comentaba que: "Los trabajadores de la industria cinematográfica norcoreana sabían que el Estado les ofrecería comida incluso con la ley del mínimo esfuerzo, así que no se esforzaban.En cuanto a Corea del Sur, ellos derrochaban sangre, sudor y lágrimas para obtener resultados".Posteriormente descubriría que fue utilizada como cebo para capturar a Shin Sang-ok.Estuvo haciendo viajes internacionales para conseguir que dieran luz verde a uno de sus proyectos.El 7 de marzo del mismo año se reencontró con Choi en una fiesta organizada por Kim Jong-il.Entre las producciones filmadas destacan los siguientes títulos: Para defenderse de cualquier acusación de deserción una vez abandonaran Corea del Norte, Choi y Shin grabaron sus conversaciones con el líder juche para probar que no abandonaron el Sur por voluntad propia.[5]​ Shin residió en Estados Unidos durante varios años trabajando en el cine hasta su regreso a Corea del Sur.
Póster propagandístico de Kim Jong-il