Se los chupó la bruja

Este último, al notar que Viruta y Capulina no tienen ni un peso, les ofrece un trato que involucra a su ahijada Gloria (Sonia Furió), una hermosa bailarina quien trabaja todas las noches en un conocido cabaret.

Al despertar, ven que hay un hoyo en la pared y abandonan el lugar.

Intentando ganarse la vida, Viruta y Capulina comienzan a interpretar canciones en una plaza pública, donde recogen las limosnas que les otorga la gente.

Posteriormente, el comisionado vuelve a buscar a Viruta y Capulina para avisarles que deben presentarse ante un notario que los ha estado buscando para darles una noticia.

La única condición para reclamar la herencia, es que deben pasar una noche dentro de la casa.