María Luisa ha sufrido durante toda su vida el desprecio y el maltrato por su condición, pero su amor por los animales del campo y su inquebrantable fe la han ayudado a sobresalir entre los prejuicios.
Mediante entrevistas a vecinos y familiares, el documental indaga la peculiar historia de vida de María Luisa.
El documental ha recibido reseñas positivas por parte de la crítica especializada.
Manuel Kalmanovitz de la revista Semana afirmó: "Es un retrato conmovedor e íntimo que deja ver cómo, detrás de tanta fortaleza y sufrimiento, hay un terrible bache institucional".
[3] Felipe González del diario El Espectador se refirió al documental afirmando que "es el retrato de una persona tenaz que ha superado la marginalidad y el anti retrato de la sociedad que la marginaliza".