Estas características han hecho que la revista Wizard lo considerara como el cuadragésimo quinto gran villano de todos los tiempos.
Recientemente, el señor Burns se ha vuelto menos malo y más excéntrico.
Su coletilla más frecuente es la expresión "excelente", pronunciada lentamente en un registro bajo y siniestro, mientras se golpea las yemas de sus dedos.
Su ayudante le responde diciéndole su nombre y puesto en la central, a lo que Burns automáticamente reflexiona hurañamente "Simpson, ¿eh?".
En todo caso, parece que la familia Burns en seguida le introdujo en el negocio familiar: una factoría donde se encargaban de machacar átomos y esto, al parecer, le aseguró su futuro.
En este ambiente, Burns se crio consentidamente, maltratando a la gente o burlándose de los inmigrantes.
Burns también sirvió junto a Abraham Simpson y su hermano Cyrus en el Pacífico Sur.
Tan pronto se sugiere que su edad es de unos noventa años como su participación en la Primera Guerra Mundial.
Sus conocimientos de política son confusos y no suelen estar actualizados: hasta llegar a Cuba desconocía el derrocamiento del dictador Batista, trata a Henry Kissinger, habla de los presidentes Taft y Theodor Roosevelt como si hubiera vivido durante su mandato y estos aún tuvieran algo de actualidad, menciona como existentes naciones extintas como Siam, el Congo Belga, Prusia o Austria-Hungría, etc.
Suele socializarse ocasionalmente con algunos miembros aristocráticos afines, mientras que considera sus intrusiones en las clases bajas como algo excepcional.
Pero generalmente pasa la mayor parte de su tiempo libre solo en su mansión con la única compañía que le pueda brindar su empleado Smithers.
Cada viernes tiene que seguir un tratamiento para prolongar su vida, una semana más, en manos del doctor Nick Riviera.
A Monty le gusta presumir de su gran fortuna y menosprecia las clases más pobres, aunque piensa que la esencia de las relaciones sociales se encuentra en las clases proletarias, con las que ocasionalmente se ha intentado mezclar sin éxito o aceptación.
Acostumbra a frotarse las manos para ensalzar su avaricia y dar la impresión que siempre está tramando algo malo.
Con el paso del tiempo, Burns se ha vuelto más débil y vulnerable, lo que le ha convertido completamente dependiente, por eso precisa de la asistencia de Smithers, cuyo padre también había estado a su servicio, provocándole la muerte debido a su ineptitud.
La caracterización, apariencia y manías del señor Burns están basadas en diferentes personas.
Matt Groening basó principalmente a Burns en Fredrik Olsen, un solitario potentado noruego propietario de Timex.
En algunos episodios, se han intentado establecer paralelismos entre Burns y famosos magnates como el histórico Howard Hughes y, con más frecuencia, el personaje ficticio de Charles Foster Kane, de la película Citizen Kane.
El primer nombre de Burns es un homenaje a este último personaje cinematográfico.
Como tantas veces en la serie, los nombres dan a entender un rasgo del personaje, efecto que se pierde en español, en este caso "burns" significa 'quema' (3.ª p.
Pronto la búsqueda de nuevos temas, motivos y estructuras para la serie, ha hecho que los guionistas dedicaran capítulos enteros a las malas acciones que Burns realiza, primero sobre sus empleados y después sobre los ciudadanos de Springfield e incluso sobre el mundo occidental.
Esto convierte al señor Burns en un personaje totalmente plano, sin evolución alguna a nivel psicológico.
En las últimas temporadas el señor Burns ha perdido bastante protagonismo, por lo que sus malas acciones y excentricidades son menos frecuentes.
[13] Shearer afirma que debido a su áspero registro, esta es una de las voces más difíciles para él.
En España fue doblado por Pedro Sempson hasta la undécima temporada cuando el actor se jubiló, siendo sustituido entonces por Javier Franquelo.