El Señorío de Almenar fue un título nobiliario español otorgado en 1430 por el rey Juan II de Castilla a Hernán Bravo de Lagunas.
En 1430 Juan II de Castilla concede el Señorío de Almenar a Hernán Bravo de Lagunas, casado con Catalina Rodríguez de San Clemente.
Tras su muerte, en 1443 le sucede su hijo Hernán Bravo, y posteriormente Juana Bravo, casada con Jorge de Beteta y que muere sin herederos en 1481.
Así la propiedad pasa a su tía Beatriz Bravo de Lagunas, casada con el Regidor de Soria don Juan de Saravia.
Posteriormente entroncarían con la familia de los Ríos.