Las partes superiores del cuerpo presentan una coloración similar a la de la tarabilla norteña, pero con más contraste, pardo oscura con la cabeza negruzca y la espalda listada.
El obispillo y la cola son oscuros, esta última con una marca blanca visible en vuelo.
La hembra es similar al macho aunque de tonos más apagados, con la cabeza marrón estriada y sin el patrón blanco del cuello.
[3] Aunque también se aventuran a veces en tierras abiertas más áridas como el malpaís (antiguos campos de lava con vegetación emergente), la especie prefiere bosquecillos de palmeras y arbustos,[4] como la aulaga (Launaea arborescens), Salsola vermiculata y la cambronera (Lycium intricatum).
[5] Los machos cantan desde perchas expuestas, desde donde también les gusta cazar insectos al vuelo.
Parece ser que solo utilizan los terrenos completamente despejados en busca de alimento para sus polluelos.