Su nombre procede de las islas Kuriles (Extremo Oriente Ruso), aunque también crece en Corea y en la isla de Sajalín (Rusia), haciendo esto que sea la única especie rusa de bambú.
El tronco se aprovecha para la confección de papel grueso y cartón.
Tiene una altura media de 1,8 metros, aunque puede llegar a los tres.
Las hojas miden unos 25 centímetros, con una anchura de 8 cm.
[2] kurilensis: epíteto geográfico que alude a su localización en las Islas Kuriles.