Sarv-e Abarkuh

[1]​ La palabra sarv se traduce del idioma persa como “ciprés”.

Una sostiene que Sarv-e Abarkuh fue plantado por Jafet, hijo del profeta bíblico Noé.

Sin embargo, otro ciprés plantado por él mismo Zoroastro en Abarkuh sobrevivió hasta nuestro días.

[3]​ Este árbol es nombrado como tal por primera vez por el historiador y geógrafo persa Hamdallah Ghazvini, durante el siglo XIV, siglo en que parece que ya era una atracción turística y religiosa.

[1]​ En un principio, los investigadores de Japón y Rusia llegaron a la conclusión de que tenía 8000 años de edad, pero luego estudios más acertados del científico ruso Alexander Rouf estimaron la edad que tiene entre 4000 y 4500 años.

Sarv-e Abarkuh .