Sarah Minter

Desde joven, en la década de los setenta, Minter se interesó en la experimentación artística, como lo demuestra su paso por el Teatro Laboratorio, liderado por Juan Carlos Uviedo durante su estancia en México entre 1970 y 1974."[4]​ En los primeros años de la década de los ochenta Sarah abandona el diseño gráfico para dedicarse a la imagen en movimiento; aunque empieza a trabajar con formatos cinematográficos, opta rápidamente por el video: "Mi primer contacto con las imágenes en movimiento fue en realidad con el cine: súper 8 y 16mm.Hice algunas piezas con este material, pero justamente buscando la independencia llegué al video.Esta pieza le merece el reconocimiento dentro y fuera del país“ a raíz de Nadie es Inocente empezó a haber un interés más grande de universidades, centros culturales, biblioteca públicas, y la gente.Para este proyecto Sara Minter organizó distintas cenas con amigos cercanos – a partir del 2009 – en esas reuniones grabó conversaciones en torno del amor, el sexo y la complejidad de las relaciones emotivas.El resultado son final tiene dos formatos, el primero es un largometraje con una duración aproximada de 1 hora minutos y una video instalación para ser montada en un espacio museográfico.